Una guerra civil donde varios individuos se mataron unos a otros, sin más idea que un “quítate tú para ponerme yo”. Al final, un individuo con tintes de jefe mafioso (Plutarco Elías Calles) logró aglutinar a la mayor parte de bandidos que quedaban en un “partido” que se entronizó y afianzó el poder (y mandó matar o exiliar a todos los que se negaron a entrar en este esquema), y para poder legitimarse llamó “héroes” a todos los que habían combatido en ese desmadre (independientemente de sus ideas o que se hubieran matado unos a otros) y se puso a demonizar lo mejor posible a Porfirio Díaz (y a menospreciar, destruir, ocultar o apropiarse de los méritos de su administración). Cuando esta “revolución” acabo, México había perdido casi la mitad de su población, hubo algunas pocas mejoras sobre el sistema anterior y varios retrocesos.
Una guerra civil donde varios individuos se mataron unos a otros, sin más idea que un “quítate tú para ponerme yo”. Al final, un individuo con tintes de jefe mafioso (Plutarco Elías Calles) logró aglutinar a la mayor parte de bandidos que quedaban en un “partido” que se entronizó y afianzó el poder (y mandó matar o exiliar a todos los que se negaron a entrar en este esquema), y para poder legitimarse llamó “héroes” a todos los que habían combatido en ese desmadre (independientemente de sus ideas o que se hubieran matado unos a otros) y se puso a demonizar lo mejor posible a Porfirio Díaz (y a menospreciar, destruir, ocultar o apropiarse de los méritos de su administración).
ResponderEliminarCuando esta “revolución” acabo, México había perdido casi la mitad de su población, hubo algunas pocas mejoras sobre el sistema anterior y varios retrocesos.